viernes, 27 de mayo de 2011

Angeles

El amor es algo tan elusivo que parece hecho para angeles, no para nosotros, pobres humanos. La primera poesia que escribi estaba influida por los maestros españoles. He aqui un poema recuperado que dedique a Vicente Aleixandre con su estilo. El vivio cerca del Colegio Mayor Cesar Carlos, desde donde disfrutabamos las mismas puestas de sol.

A Vicente Aleixandre

Sentís un sol inveterado en vuestros párpados,
radiante,
gozáis del terso fulgor innominado de la primavera,
alzáis vuestras copas cóncavas y convexas, mutuas,
hacia la eternidad, alada saciedad que constantemente se aleja.

Besáis con sed, tocáis como la espuma, con blandura de ilusión
derretida en la claridad de la aurora.
Vuestro color es el rosado celeste anaranjado
que verdea al ceñir el día. Vuestro norte, cuerpos repletos de dulzura, que crecen en el mar pausado, mecido en la luna.
El mar, siempre joven o amigo o fuerte o nuevo.

Angeles ignorantes que cumplís una misión sagrada, procread,
dejaos engullir por el universo,
sumíos en el cáliz luminoso de los instintos admirables,
sin aguardar un mañana ignoto siempre suavemente heridor.

Sí, cumplid vuestra fatalidad, rueda cegadora de la fortuna,
sed espíritus vagos en un paraíso presente mañana ausentado.
Obedeced a la estrella canicular, sorbed las luces soñadas
con ansias preñadas.

Vosotros besad, nosotros pensamos.
Nuestros bultos en la arena sólo esperan
el alivio de las olas del recuerdo
que nunca alivian un anhelo tan perfecto.

Vosotros vividlo, gozadlo, ya que no podeis nombrarlo
más que con dos o tres palabras pobres,
reiteradas como la música de los días negros
o las nubes aceradas de la enfermedad.

Sentid, apurad, ahora, no luego, antorchas vivientes,
lo que otros han nombrado y yo no me atrevo:
A de San Juan, M de Machado, O de Juan Ramón, R de Vicente.